Diciembre "dulce" diciembre...
Es sabido que estas fechas son
especiales, la gente se reúne con familiares, amigos y compañeros de trabajo,
generalmente alrededor de copiosas mesas llenas de manjares, que además de
deleitar nuestro paladar... rebosan de calorías!
Intentar evitar estas situaciones
no suele ser tarea fácil, una buena
estrategia sería afrontarlas con conciencia y moderación.
Sería bueno recordar que nos
reunimos con personas y no con platos… Disfrutar de la compañía de amigos y de
aquellos seres queridos que tal vez no vemos durante el resto del año y hacer
uso de un consumo responsable y coherente en relación a la nutrición, sobre todo
en la medida que pueda afectar a nuestra salud y peso. Y no utilizar estas
fechas como desafíos a los límites de nuestro metabolismo.
Si estamos haciendo dieta, lo
mejor será que dentro del período festivo no tengamos objetivos muy estrictos,
ya que si es así solo lograremos frustrarnos, deprimirnos y seguramente
transgredir más que nunca el plan. Basta que nos prohíban algo para que lo
hagamos
Un
buen objetivo podría ser mantener lo perdido hasta el momento.
Es más satisfactorio comer lo justo con placer que atiborrarse de comida
y bebida con culpa y sin disfrute. Darse un gusto programado siempre
reconforta.
La saciedad es un punto
importante; la sensación de estar llenos es necesaria para no caer en las
tentaciones y evitar la ansiedad, y para
ello será imprescindible no saltarse
comidas y respetar el plan que libremente hemos decidido seguir
Además de respetar el plan de
comidas no podemos olvidar una rutina de
ejercicios físicos a la hora de equilibrar el ingreso energético, muy
probablemente aumentado en estas fechas. Simples caminatas de 30 o 40 min a
diario serán muy beneficiosas para compensar no solo el ingreso calórico extra sino
también para regular el apetito.
Aunque no solo debemos tomar
conciencia por cuestiones estéticas, la salud también se ve afectada. Por estas
fechas los servicios de urgencias aumentan sus atenciones debido a subidas en
la glucemia (niveles glucosa en sangre) y la tensión arterial. Las personas con
estas patologías deberían prestar más atención a sus ingestas y consultar con
profesionales de la nutrición sobre programas de alimentación específicos para
las fiestas. Los controles intermedios son fundamentales; valorar la glucemia
en diabéticos y la tensión arterial en hipertensos o pacientes obesos.
Al tener estos valores
descontrolados, sumados a dislipemias y sobrepeso, el riesgo de sufrir una
enfermedad cardiovascular aumenta.
La salud psicológica también puede
verse comprometida; después de excesos alimentarios pueden sobrevenir maniobras
compensatorias con dietas incorrectas o estrategias enfermizas relacionadas con
trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia.
A modo de ejemplo la cena del día
24 puede rondar entre las 2500 y las 3000
calorías y si a esto le sumamos la comida del día 25 con un contenido
calórico similar, estaríamos ingiriendo unas 6000 calorías en menos de 24 horas! Podríamos estar hablando de la ingesta de tres días completos para una mujer adulta
medianamente activa o el equivalente en ejercicio a 12 hs de spinning o 20 hs
de caminata. Valdrá la pena?
ALGUNOS
CONSEJOS PRÁCTICOS:
Disfruta de los tuyos:
es una época llena de magia, los paseos por el campo o la ciudad, algunas compras
pensadas y mucha imaginación puede que cambien nuestra perspectiva de cómo
disfrutar de estas fiestas.
Planificar las compras:
comprar los alimentos que sean necesarios para el menú programado. Elegir por gusto y calidad y no dejarnos
llevar por el impulso del consumo y querer llevarnos todo a casa. Si
planificamos ahorraremos tiempo y dinero.
Preparar las comidas sin
hambre: evitar el picoteo mientras se
preparan los platos. Tener a mano agua, infusiones etc.
Antes de asistir a una
celebración: comer un tentempié o refrigerio
ligero evitará comer demás.
Llevar un plato
preparado: para asegurarse una opción más
saludable podemos ofrecernos a llevar algún plato.
No merodear por la
comida: la corta distancia aumenta la
tentación.
Servir en platos pequeños,
nos
ayudará a moderar el consumo.
La medida de las
porciones: elegir en su mayoría verduras y completar con las proteínas y los hidratos
de carbono. Evito repetir.
Postre:
que sea el que más me guste y una porción razonable. Dentro de lo que se pueda elegir los mas naturales a base de frutas; sorbetes,
macedonias, zumos, yogurt.
Controlar la sal y el exceso de grasas:
evitar excesos de mayonesas, salsas y demás guarniciones con bases grasas. Una
buena opción en el mercado son los productos bajos en calorías.
Condimentos:
utilizar hierbas y especias aromáticas como el laurel, perejil, comino,
tomillo, canela, curry, azafrán, albahaca, orégano, salvia, estragón, utilizar aliños caseros a base de ajo,
cebolla, puerros, limón, vinagre.
Aperitivos:
elegir los que posean de base frutas y verduras.
Moderar el consumo de
alcohol. Antes
de las comidas beber agua, y durante las comidas agua y refrescos bajas
calorías, restringir el vino a una o dos copas y el champagne solo para el
brindis.
Beber mucha agua: incluimos
agua como tal, infusiones, sopas, caldos o zumos cítricos.
Dulces navideños:
controlar su consumo y elegir del mercado opciones bajas calorías y no abusar
porque aunque sean modificados siguen teniendo un buen aporte calórico.
Intentar no caer en la compra de
dulces navideños muy lejos de las fechas señaladas para no sucumbir ante su
tentación.
Equilibrar las calorías en los días intermedios al 24 y
31: si los días previos y posteriores a estas
fechas intentas controlar la ingesta calórica, podrás recuperarte fácilmente de
los excesos (intentando que sean los mínimos) en los días posteriores.
Limita a los días señalados para
darte un homenaje, escoge la comida que más te guste y disfrútala!
Qué hago con la comida
que sobra? Se puede congelar o regalar, pero no utilizarla para comer en los días
intermedios pues de ser así estaremos aumentando mucho el aporte calórico con
la consiguiente consecuencia.
Al terminar de cenar:
levantarse de la mesa. Dar un paseo, bailar o jugar con los niños nos ayudara a
activar el metabolismo.
La
clave es la moderación: comer con
inteligencia, servirse una porción y
saborearla despacio, masticar lentamente hará que comamos menos y mejore
nuestra digestión.
Costará menos no pasarse, que
pasarse y remediarlo. Seguramente supondrá un esfuerzo mucho más grande que la
satisfacción que supuso el exceso, además del consabido sentimiento de culpa.
No dejemos que el exceso arruine
nuestros esfuerzos por mantenernos en un peso saludable, lo mejor será comer de
todo y con moderación.
Concentrarnos en disfrutar junto a
los seres queridos y tener claro que divertirnos
no solo tiene que pasar por la mesa.
Y finalmente que no se nos olvide
el verdadero motivo por el cual celebramos.
Os deseo una Feliz Navidad y un
2014 colmado de salud, buena nutrición y mucho deporte!
Hasta pronto.
Sofía Sales Schmidt -
Nutricionista – Entrenadora
Personal - Wellbeing Mentor
Comentarios