Gordito... feliz?


Gordito... feliz ?

Tal vez una amplia creencia popular asocia felicidad con tamaño corporal. Por qué tendremos la necesidad de reunir tangibles con intangibles? o es quizá que no podemos definir aquello que nos provoca bienestar…

Es una pena que en la educación básica no exista la materia “gestión emocional”, sería interesante, desde pequeños, contar con este tipo de  herramientas.

Intento recordar pero nunca ningún flaco me dijo que era feliz solo por tener un peso “adecuado” a su talla, tampoco recuerdo que alguien me haya dicho como prioridad de felicidad en su vida un trozo de torta de chocolate por encima de su familia por ejemplo.

Aquí comienza mi reflexión, sumado a un sin número de estudios que demuestran claramente la alta presencia de problemas psicológicos asociados a la obesidad, tal es el caso de depresión, angustia, trastornos en el control de los impulsos, etc.

Supongo que para comenzar debemos ordenar los conceptos. Nutrirnos tiene que ver con satisfacer necesidades fisiológicas, alimentarnos, además, agrega las necesidades de socializar, compartir y pertenecer. La felicidad y la realización trascienden en gran medida estos conceptos. Los seres humanos tenemos recursos infinitos para trascender y sentirnos plenos. Es un recurso bastante limitado manejar la respuesta a nuestras emociones con comida. Nunca un alimento va a satisfacer el espíritu. Podríamos consumir toneladas de chocolate y jamás llenaríamos el vacio emocional, lo único que lograríamos es perpetuar un círculo que nos hundiría aun más.

Tal vez una buena manera de comenzar es buscar en nuestro interior. Determinar lo que nos hace bien de lo que no, lo que nos gusta de lo que no y por sobre todas las cosas ser consecuentes con nuestros pensamientos y decisiones.

Nadie puede ser feliz si no es auténtico y sincero consigo mismo.

Por tanto ni gordos, ni flacos; seres humanos plenos realizando sus sueños!




 
 
Gracias por tu lectura.
 

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