Consejitos para comer más lento.

Comer lentamente es una buena estrategia para reducir la ingesta de alimentos sin pasar hambre, mejorar el proceso digestivo y disfrutar del sabor y aroma de los platos.
Así lograremos más saciedad con menos cantidad de comida, favoreciendo la pérdida de peso; con una mejor digestión de los alimentos, evitando malestares; y sin olvidar disfrutar de los sabores así como de las personas con quien compartes la mesa.
Masticar bien: establecer una meta mínima de cuánto masticar, es un buen recurso que enlentece el momento de comer. Por ejemplo, masticar un mínimo de 10 veces cada bocado.
Beber agua: tomar una pequeña cantidad de agua entre un bocado y otro es una buena forma de reducir la velocidad a la que comemos.
Utilice cuchillo y tenedor: con frecuencia dejamos de lado el cuchillo para simplemente cortar y acarrear la comida con el tenedor, sin embargo, esto quita tiempo a nuestra comida. Por eso, una buena alternativa es reivindicar el cuchillo e incluso, utilizarlo para subir los bocados al tenedor.
Descanso para los cubiertos: entre cada par de bocados que se introduce en la boca, usted podrá tomarse un tiempo extra para masticar, tomar agua, o conversar con el resto de los comensales. Entonces, es aconsejable apoyar ambos cubiertos en el plato de tanto en tanto durante la comida.
Socializar: recuerde que el momento de la alimentación es un acto social, por lo tanto, aproveche de este momento para compartir con la familia, amigos o compañeros de trabajo. Por supuesto, no olvide disfrutar de cada sabor y aroma que se introduce en la boca.
Evitar:
- comer en el sillón o de pié.
- aléjese del ordenador, la televisión o el móvil mientras coma, ya que no podrá concentrarse en su comida ni saborear, masticar y disfrutar los suficiente.
No olvidar:
El proceso de saciedad comienza después de los 20 minutos de haber ingerido el primer bocado, por ello, comer despacio ayuda a adelgazar sin hambre.
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